Un mundo está hecho de diferentes cosas: personas, casas, perros, músicas, motitos, comercios, vida nocturna, trámites, árboles. Como esos fotógrafos de comienzos del siglo XX, viajamos a Colón, Entre Ríos, para documentar su presente y de esa manera construir un retrato único e irrepetible. Dos pescadores, adolescentes que juegan al truco, una discoteca, unos jugadores de monte criollo, un equipo de rugby rural, muchísimos perros callejeros, una tarde en la municipalidad y dos amigas en moto componen mayormente este relato que, lejos de ser antropológico, resulta anárquico y caprichoso.